Un nuevo estudio revela que más de 1 de cada 10 denuncias por acoso sexual en el trabajo son presentadas por hombres

Parece que cada dos días hay otro caso de acoso sexual en los titulares. Aunque los detalles pueden variar, el caso suele ser más o menos así: una empleada o subordinada sufre acoso sexual por parte de su jefe o supervisor. Sin embargo, a algunas personas les sorprendería saber que el 5% de los casos de acoso sexual denunciados son en realidad denuncias de hombres contra mujeres y el 11% de los casos son denuncias de hombres contra otros hombres. Según un estudio realizado por la QUT Business School, esto significa que más de 1 de cada 10 denuncias por acoso sexual en el trabajo son presentadas por hombres.

Una abrumadora mayoría de las denuncias de acoso sexual (9/10) son presentadas por subordinadas contra sus supervisores. El estudio sugiere que las mujeres supervisoras pueden estar adoptando las bromas sexualizadas que suelen encontrarse en los "clubes de viejos amigos" como forma de encajar con sus compañeros masculinos. Algunos ejemplos de denuncias presentadas por hombres subordinados contra sus supervisoras son: una jefa pide a su empleado varón que muestre los músculos abdominales, le grita delante de sus compañeros, le llama princesa, le dice que "se endurezca" o "se ponga una tiara", y cuenta chistes sobre violaciones. El acoso sexual también incluye tocamientos, abrazos o besos injustificados. En los casos de acoso sexual presentados por hombres contra hombres, las denuncias por insultos homosexuales y preguntas sobre la orientación sexual son las más comunes.

Aunque la mayoría de las denuncias siguen siendo de mujeres contra hombres, es importante concienciar sobre esta creciente minoría. Independientemente de quién acose, el acoso sexual en el lugar de trabajo puede tener un efecto perjudicial en la salud emocional y psicológica de los empleados y en la moral general de la empresa. Debido al estigma asociado a los hombres que denuncian casos de acoso sexual, los lugares de trabajo deberían centrarse más en poner en marcha mecanismos de denuncia de apoyo tanto para hombres como para mujeres.