Un nuevo estudio de McKinsey y Lean In revela que las mujeres en el lugar de trabajo siguen sufriendo acoso sexual a un ritmo que no ha mejorado en 5 años. Según el 10th aniversario, "Las mujeres en el lugar de trabajo", aunque las mujeres han realizado importantes progresos en la última década, las interacciones cotidianas en el lugar de trabajo son sorprendentemente similares.
En los últimos años, empresas de todo el país han tomado iniciativas para aumentar el apoyo a las mujeres y fomentar la inclusión. Sin embargo, muchas de estas iniciativas no han supuesto ningún cambio real para las mujeres. Los índices de promoción al inicio de la carrera profesional siguen siendo inferiores a los de los hombres y el acoso sexual sigue estando muy extendido.
A pesar del surgimiento del movimiento #MeToo, que vio a muchas mujeres notables compartir sus experiencias de abuso en el lugar de trabajo y pedir reformas, el acoso sexual sigue siendo un problema importante en la actualidad. El estudio reveló que solo alrededor de la mitad de las mujeres de hoy se sienten seguras de que sus empleadores tomarían las medidas adecuadas si denunciaran el acoso, una estadística que ha mostrado poca mejora desde 2018.
Según el estudio, las mujeres menores de 30 años declararon haber sufrido acoso sexual en la misma proporción que las mayores de 30, lo que sugiere que el problema no ha disminuido en los últimos años. La investigación también muestra cómo aproximadamente 40% de las mujeres en el lugar de trabajo se enfrentan a este tipo de comportamiento en algún momento de sus carreras. Esto incluye desde bromas inapropiadas hasta comentarios lascivos.
Aunque las empresas han incrementado sus esfuerzos para promover la inclusión mediante iniciativas como la formación sobre prejuicios y alianzas, el comportamiento de los empleados no ha cambiado significativamente. El estudio muestra que el reto se deriva del hecho de que esta formación no parece fomentar una mayor concienciación o acción. Además, los empleados siguen siendo menos proclives a identificar los prejuicios contra las mujeres o a apoyar a las mujeres de color.
Otra señal de que los avances han sido mínimos se observa en los índices de promoción. Según el estudio, las mujeres no ascienden desde puestos de nivel inicial al mismo ritmo que los hombres. En 2024, por cada 100 hombres ascendidos a puestos directivos, solo 81 mujeres recibieron ascensos similares, lo que supone una ligera mejora con respecto a las 79 mujeres de 2018.
Otro motivo de preocupación es que las empresas están empezando a dar marcha atrás en sus iniciativas de diversidad, equidad e inclusión en respuesta a las críticas de los conservadores, lo que refleja un menor compromiso con la diversidad. El estudio pone de relieve esta preocupante tendencia, señalando que "en un momento en que las empresas deberían redoblar sus esfuerzos, se observan los primeros indicios de que están dando marcha atrás."
A pesar de las preocupantes conclusiones del informe, las mujeres han logrado avances significativos en los puestos de dirección de las empresas, y ahora representan casi el 30% de los directivos de alto nivel. El estudio también demuestra que "las empresas con más mujeres en puestos directivos se benefician de una mayor innovación, culturas más sanas y mejores resultados", lo que pone de relieve el impacto positivo de un liderazgo diverso en el éxito de las organizaciones.
Las empresas tienen mucho trabajo por delante para lograr una mejora significativa de la equidad en el lugar de trabajo. Esto incluye invertir en programas de desarrollo profesional y patrocinio que aborden activamente los retos específicos a los que se enfrentan las mujeres. Sólo con estos esfuerzos conseguiremos un entorno más inclusivo y solidario para todos los empleados.