Cuando Alyssa se unió por primera vez al equipo de animadoras de los Buffalo Bills no tenía ni idea de que ser humillada formaba parte de la descripción del trabajo. Conocidas como las Buffalo Jills, las animadoras no solo tenían que hacer saltos de tijera para ver si se les movía la carne, sino que además se les obligaba a asistir a eventos organizados para patrocinadores en los que se les daban consejos para hacer volteretas hacia atrás en bikini.
Por si ser humilladas con regularidad no fuera suficientemente malo, las Buffalo Jills tenían que asistir a cientos de horas de trabajo y prácticas sin recibir nunca un céntimo de compensación. Cada chica tenía incluso que desembolsar $650 de su propio dinero para pagar sus uniformes. Para un equipo que gana más de $200 millones al año, no es de extrañar que Alyssa y otras dos Jills demandaran a los Bills en mayo porviolar las leyes estatales sobre salario mínimo.
Las animadoras sólo recibían algunas pequeñas propinas y honorarios por aparición ocasional. En el caso de algunas de las animadoras, ascendían a entre $0,13 y $o,50 céntimos por hora.
La idea de que animar a un equipo profesional es un "privilegio" y no un "derecho" está cambiando poco a poco.Quizá recuerdes otro caso que las Raiderettes presentaron contra los Oakland Raiders.El equipo resolvió recientemente un litigio con las animadoras y acordó pagarles el salario mínimo y las horas extraordinarias.
Díganos lo que piensa. ¿Crees que estas chicas deberían cobrar por el tiempo que dedican a animar? ¿O crees que el honor de animar ante miles de aficionados es pago suficiente?