La semana pasada, Isiah Thomas fue contratado como presidente del New York Liberty de la WNBA. Thomas ha sido 12 veces All-Star de la NBA y es uno de los cincuenta mejores jugadores de la historia de la NBA. Sin embargo, en 2007 fue declarado culpable de acosar sexualmente a otra ejecutiva de los New York Knicks, Anucha Browne Sanders. Después de que Thomas y los New York Knicks perdieran el juicio civil por acoso sexual, Sanders recibió $11,5 millones. Los New York Knicks también son propietarios del Liberty femenino de la NBA y su principal propietario, James Dolan, sigue siendo el mismo de la época del supuesto acoso.
Tras el anuncio de la contratación de Thomas, Sanders emitió un comunicado a través de su abogado: "quienes no aprendan del pasado estarán condenados a repetirlo". Sanders no es la única que se opone a la contratación de Thomas, los defensores del deporte femenino y los aficionados también están disgustados. Creen que esta decisión envía un mensaje a las jóvenes y mujeres de todo el mundo: que el acoso sexual no sólo es excusable, sino también recompensable.
El incidente se está comparando con el caso de Donald Sterling. Los críticos afirman que los comentarios racistas de Sterling fueron condenados, pero el historial de acoso sexual de Thomas no parece haber afectado a su carrera. En cambio, a Thomas se le ofreció la posibilidad de convertirse en copropietario de los Liberty con Dolan.
¿Qué opinas de alguien que fue declarado culpable de acosar sexualmente a una mujer que dirigía un equipo de baloncesto femenino? ¿Debería darse una segunda oportunidad a Thomas?