Si trabajas en el sector de la restauración y eres un acosador sexual, prepárate, la cosa se va a poner fea. Tras la #MeToo y la oleada de víctimas de acoso sexual que han salido a la luz en medio del Harvey Weinstein y otras acusaciones de Hollywood, el sector de la restauración es el siguiente. Hace unas semanas, Gabrielle Eubank demandó por acoso sexual a Todd English, el célebre chef del Plaza Hotel Food Hall de Nueva York. Esta demanda es sólo una de las muchas presentadas contra English. En agosto, English fue demandado por seis antiguas y actuales empleadas, entre ellas la coordinadora de hostelería y la azafata. Esto es lo que sabemos de la demanda actual:
1/ English hizo comentarios inapropiados hacia Eubank mientras ella estaba en el restaurante. Dijo que era sexy y que le sorprendía que estuviera soltera.
2/ Intentó besarla en los labios. Eubank tenía dos opciones, seguirle la corriente o apartarse. Ella se apartó.
3/ Le mostró repetidamente afecto físico, incluyendo besos en la mejilla y abrazos.
La antigua demanda contra English alega que varias empleadas tuvieron que soportar una cultura de la violación mientras trabajaban. Los hombres cogían objetos inofensivos como bolígrafos, pepinos o plátanos y los convertían en objetos sexualmente sugerentes. Por si fuera poco, los empleados se ofrecían a llevar a la empleada a la parte de atrás para mantener relaciones sexuales.
El sector de la restauración tiene desde hace tiempo fama de tener entornos laborales hostiles desde el punto de vista sexual y, por tanto, será un hervidero de acusaciones de acoso sexual en los próximos meses. Además de la demanda inglesa, se han producido varios casos de gran repercusión. He aquí algunos de ellos:
1/ John Besh, juez de Top Chef y Food Network Challenge y propietario de un restaurante de Nueva Orleans, ha dimitido de su grupo de restauración tras ser acusado de propagar una cultura laboral vulgar en la que los altos directivos fomentaban tocamientos inapropiados.
2/ Abe Hiroki, chef de EN Japanese Brasserie, fue demandado por su antigua encargada por tocarle el trasero y simular relaciones sexuales.
3/ Una friegaplatos de Le Bilboquet demandó a un compañero por manosearla repetidamente.
Este comportamiento está tan arraigado en ciertos sectores, especialmente en el de la restauración, que muchas personas ni siquiera saben que están siendo acosadas sexualmente cuando realmente ocurre. En el pasado, las mujeres con empleos de bajos ingresos han sentido que no tenían poder para denunciar. Pero ahora que hay tantas mujeres que lo denuncian en los medios de comunicación, se establece una nueva norma. Las mujeres ya no tienen que aceptar este comportamiento inapropiado como una verdad.
¿Cree que la oleada de personas que denuncian sus experiencias de acoso sexual en Hollywood se aplicará también a otros sectores?