Una ex magistrada recibió el viernes una indemnización de más de $1,1 millones tras demandar a su antiguo empleador por discriminación religiosa. Kimberley Edelstein llevaba unos meses trabajando para el juez Greg Stephens, del Tribunal de lo Común del condado de Butler, en 2016. En julio de 2016, ella pidió usar ocho días de vacaciones no consecutivos durante octubre para celebrar las Altas Fiestas. Edelstein afirma que el juez respondió enfadado diciendo "madre mía, ocho días". Kimberley explicó la necesidad de los días libres y mencionó que el juez anterior, con el que había trabajado durante los últimos 8 años, le había permitido tomárselos. El juez le permitió tomarse los días libres, sin embargo a la mañana siguiente tomó las medidas para despedirla. El 1 de agosto de 2016, Kimberley Edelstein fue despedida oficialmente.
Kimberley Edelstein acusó a Stephens de tener una actitud adoctrinada contra la comunidad judía y mencionó un incidente ocurrido en el que su corte se burló de sus preparativos para la Pascua judía. Según una encuesta reciente, una cantidad significativa de jefes de contratación son menos propensos a tener en cuenta a los candidatos que son judíos. Esta encuesta inició una conversación sobre el aumento del antisemitismo en el lugar de trabajo y en Estados Unidos.
Según el juez Greg Stephens, Kimberley fue despedida debido a problemas internos que se habían producido entre Edelstein y otros compañeros de trabajo. El juez afirma que estas cuestiones provocaron un ambiente de trabajo negativo y perturbador. Su abogado añadió que Stephens no la despidió por su religión y señaló que Edelstein fue sustituida por un magistrado judío. La comunidad jurídica local también habló de su mala reputación en el tribunal. Un ex fiscal adjunto judío del condado de Butler declaró a un periódico judío local que muchas personas habían aconsejado al juez Stephens que despidiera a Edelstein cuando asumió el cargo. Edelstein se representó a sí misma en el proceso. Un abogado local se unió a ella durante unas semanas, pero abandonó el caso porque su cliente no quiso cooperar con el letrado.
Kimberley afirma que su despido y los comentarios negativos de su antiguo empleador y compañeros de trabajo de la comunidad jurídica destruyeron su carrera. Solicitó unos 200 puestos de trabajo y no consiguió ninguno. Según sus conocidos, Edelstein comentaba que se arrepentía de sus creencias y que desearía no ser judía.
El juicio comenzó el 23 de enero y el jurado emitió su veredicto el viernes 3 de febrero. Los miembros del jurado consideraron que se había violado el derecho al libre ejercicio de la religión recogido en la Primera Enmienda. El abogado del acusado declaró que cree firmemente que las pruebas no apoyan el veredicto.
La Cláusula de Libre Ejercicio de la Primera Enmienda protege el derecho de los ciudadanos a practicar su religión como les plazca. Los empleadores federales tienen prohibido -en California y en virtud de la Ley Federal- discriminar a los empleados o solicitantes de empleo por sus creencias religiosas.La Ley de Empleo y Vivienda Justos de California prohíbe a un empleador, incluido cualquier supervisor, acosar a un empleado por su religión o crear un ambiente de trabajo hostil por su religión. Los empleados tampoco pueden ser maltratados o discriminados en el trabajo por su religión.